Los expertos dicen que los fragmentos de escombros y la pérdida repentina de sistemas a prueba de fallas apuntan a misiles.
Para los profesionales de la aviación civil, incluidos los pilotos, ingenieros y ex investigadores de accidentes, hubo algo inmediatamente desconcertante sobre el accidente del avión de pasajeros de Ukraine International Airlines que cayó en llamas desde el cielo minutos después del despegue de Teherán.
La conversación en foros, y en una evaluación de riesgos que fue producida rápidamente por las organizaciones OpsGroup, señaló la naturaleza repentina y catastrófica del evento, incluida la pérdida de los sistemas de comunicación y seguimiento.
Los sistemas a prueba de fallas que habrían permitido que la aeronave regresara de manera segura en caso de falla del motor parecieron verse comprometidos en un instante. Otros señalaron lo que parecían agujeros penetrantes en la célula, lo que llevó a algunos a compararlos con el daño sufrido por el vuelo MH17 de Malaysia Airlines derribado sobre Ucrania por un misil tierra-aire Buk hace cinco años.
Para el jueves por la mañana, había otra pieza en el rompecabezas con la que lidiar: una fotografía no verificada del lugar del accidente que pretendía mostrar la "cabeza buscadora" de un misil tierra-aire Tor-M1 construido en Rusia del tipo utilizado por los iraníes Unidades de defensa aérea.
Horas después, esas sospechas parecieron volverse más concretas a medida que los funcionarios de defensa e inteligencia de los Estados Unidos proporcionaron el supuesto eslabón perdido que muchos habían estado esperando.
Revelaron que Estados Unidos había recogido la firma de una batería de misiles antiaéreos que se bloqueaba en el avión ucraniano, y luego la señal de calor infrarrojo de dos lanzamientos de misiles seguidos de una explosión en el avión.
Para el jueves por la noche, esa evaluación fue apoyada por Canadá, de donde provienen muchas de las víctimas. El primer ministro, Justin Trudeau, dijo: "Tenemos inteligencia de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra propia inteligencia: la evidencia indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní".
Poco después de que Boris Johnson dijo que ahora había un "cuerpo de información" que indicaba que el accidente aéreo de Teherán fue causado por un misil iraní. Las declaraciones se producen en medio de tensiones entre Estados Unidos e Irán luego del asesinato estadounidense del jefe de la Fuerza al-Quds en Bagdad y la represalia iraní en un bombardeo de misiles contra las fuerzas estadounidenses en Irak en las horas previas al accidente.
Los expertos de la aviación ya habían estado advirtiendo contra una teoría rival, que el relativamente nuevo Boeing 737-800, que había sido reparado solo dos días antes, podría haber sufrido una llamada falla incontenible del motor, donde los escombros se expulsan de un motor defectuoso hacia el fuselaje y daña los sistemas clave. En tres de estos incidentes, dos relacionados con aviones Boeing propiedad de Southwest Airlines y uno con un Airbus Qantas que despegaba de Singapur en 2010, el avión aterrizó con solo una muerte, gracias a la significativa "redundancia", o diseños a prueba de fallas , integrado en aviones modernos para permitirles aterrizar de manera segura después de una falla del motor. Entre los preocupados por los detalles del accidente se encontraba Larry Vance, un ex investigador de aviación de la Junta de Seguridad del Transporte de Canadá, quien le dijo al periódico Globe and Mail de Canadá que "la falla simple del motor" no podía explicar el accidente.
"Eso no encaja en absoluto con el escenario", dijo. “Aquí tuvimos algún tipo de evento que derribó el transpondedor del avión. Algún tipo de evento que deshabilitó la electrónica de ese sistema. Se necesita mucho para desactivar la electrónica en un avión sofisticado como el 737-800 ". OpsGroup, un sitio para compartir información sobre seguridad de la aviación creado inmediatamente después de que MH17 fue derribado en 2014, advirtió a los operadores que hasta que surjan nuevas pruebas contrarias, el choque ucraniano debe tratarse como un posible "derribo". La realidad, como lo señalaron los foros de aviación, era que había sucedido antes, no solo en 2014 con MH17 sino también en 1988 cuando el USS Vincennes, un destructor de misiles guiados estadounidense, derribó un avión iraní, matando a todos a bordo.
La imagen no verificada de la cabeza buscadora del misil Tor-M1 parecía ser demasiado buena para ser verdad, yacía en el suelo y en gran parte intacta, pero las cuentas que circulaban en las redes sociales también incluían afirmaciones de que los residentes habían escuchado golpes. terreno antes del accidente.
Las imágenes de los escombros también se analizaron. Si bien alguna evidencia aparente de daños en fragmentos del avión resultó ser escombros del suelo, otras imágenes mostraron agujeros irregulares en uno de los motores y abrasador a un lado de la cabina y otras partes del avión.
Eso parecía inconsistente con una fuga masiva accidental de combustible y fuego del tipo que derribó el Air France Concorde en el aeropuerto Charles de Gaulle en 2000 después de que un tanque de combustible fue perforado por escombros en la pista.
Si bien los funcionarios estadounidenses no divulgaron la inteligencia que afirman tener que indica que un misil iraní era el culpable, reconocieron la existencia de satélites y otros sensores en la región, así como la probabilidad de intercepciones de comunicaciones y otra inteligencia similar. Sin embargo, es una evaluación que contradice claramente el propio informe de investigación preliminar de Irán, que fue publicado el jueves.
Eso afirmaba que el avión estaba tratando de regresar al aeropuerto cuando se estrelló, un reclamo recibido con cierto escepticismo debido a la falta de comunicaciones con el avión que hace imposible juzgar si la tripulación aérea estaba pilotando activamente el avión o si simplemente se desvió del rumbo cuando cayó hacia el suelo.
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